El principio básico de la seguridad en máquinas es la llamada prevención intrínseca. Se trata de que toda máquina debe ser segura en sí misma, por lo
que, ya desde su diseño, debe cumplir con unos requisitos mínimos de seguridad que garanticen la salud de las personas que las utilizan. Al mismo
tiempo, también se deben cumplir una serie de condiciones o precauciones en lo que respecta a su instalación, utilización, mantenimiento o reparación.
Estos dos aspectos de la seguridad en máquinas están regulados, básicamente, por dos Reales Decretos: uno, dirigido a fabricantes y usuarios, que
establece las condiciones mínimas de seguridad que tienen que tener las máquinas para que puedan ser comercializadas, y otro sobre la utilización
de equipos de trabajo.
Principios básicos de prevención
1 Sólo se podrán comercializar y
poner en servicio las máquinas que
cumplan con los requisitos de seguridad
y salud esenciales. Las máquinas
que estén provistas del marcado
CE se considerarán conformes a
estas normas.
2 Cada máquina llevará, de forma
legible e indeleble, como mínimo las
indicaciones siguientes: nombre y
dirección del fabricante; del marcado
CE (no inferior a 5 mm); designación
de la serie o modelo y número
de serie, si existiera. Igualmente, irá
acompañada de un manual de instrucciones
en el que se indiquen: las
condiciones previstas para su
utilización; el puesto de trabajo que
debe ocupar la persona que la use; y
las instrucciones para que puedan
efectuarse sin riesgo la puesta en servicio,
utilización, manutención, instalación
y montaje de la máquina.
3 Se deberá comprobar periódicamente el buen funcionamiento de
las máquinas y realizar pruebas adicionales
en los casos de transformaciones
de la máquina, accidentes o
falta prolongada de uso.
4 Los mandos de puesta en marcha
de la máquina deben situarse
fuera de las zonas peligrosas y sólo
se podrán accionar de forma intencionada.
También, las máquinas deberán
estar provistas de un dispositivo
que permita su parada total en
condiciones de seguridad; la orden
de parada tendrá prioridad sobre las
órdenes de puesta en marcha.
5 Toda parte de una máquina que
presente peligro de atrapamiento,
corte, abrasión o proyección deberá
ir equipada con resguardos o dispositivos
de protección. Existen distintas
clases de resguardos (fijos,
envolventes, distanciadores, móviles,
etc.) y de dispositivos (mandos
sensitivos, barreras fotoeléctricas,
pantallas móviles asociadas a un
dispositivo de enclavamiento, con o
sin bloqueo, etc.) aplicables en función
del tipo de trabajo.
6 Nunca se deberá anular o “puentear”
cualquier dispositivo de seguridad
de que disponga la máquina,
ni tampoco retirar las protecciones
o resguardos.
7 Toda operación de ajuste, limpieza,
engrase y reparación deberá
realizarse, siempre que sea posible,
con la máquina parada y desconectada
de la fuente de alimentación de
energía. Deben existir dispositivos
de consignación (los más comunes
son los candados) que impidan la
puesta en marcha de las máquinas
durante estas operaciones.
8 No se llevarán ropas holgadas,
el pelo suelto, bufandas, cadenas ni
ningún otro elemento que pueda
resultar atrapado por la máquina.
9 Cada máquina debe ir equipada con dispositivos de parada de emergencia que permitan detenerla en condiciones de seguridad. Deben ser visibles, de fácil acceso, de color rojo sobre fondo amarillo y, si son pulsadores, de cabeza de seta.
10 Toda persona que tenga que utilizar una máquina debe recibir la formación y la información adecuadas sobre los riesgos que implica su trabajo. La información debe ser comprensible y especificar, como mínimo, las condiciones de utilización de la máquina y las situaciones peligrosas que puedan presentarse.
11 Las zonas peligrosas de las máquinas deben estar marcadas con advertencias y señalizaciones.
12 Si la iluminación del recinto de trabajo no es suficiente, debe haber iluminación localizada en las zonas peligrosas de las máquinas.
Caso práctico: Indica los riesgos de seguridad y las medidas de prevención correspondientes
Teresa, Pedro y Manolo hace dos años que terminaron
sus estudios de artes gráficas. Desde entonces,
sólo habían conseguido contratos esporádicos de trabajo en este
sector, así que decidieron sumar esfuerzos y montar su propia empresa
dedicada a la impresión de folletos comerciales y pequeñas publicaciones.
Como disponían de poco dinero, alquilaron un local y compraron de segunda
mano lo imprescindible: la máquina de imprimir de offset rápido y la guillotina.
En el momento de su adquisición, Manolo comentó que ninguna de ellas
llevaba el marcado CE y que tampoco tenían los manuales de instrucciones.
Los tres compañeros dudaron en adquirirlas, pero como Teresa y Manolo
conocían bien el sistema de trabajo de las dos
máquinas, y la oferta era muy “tentadora”, finalmente
optaron por ellas.
En el local colocaron una mampara de madera
para separar el vestíbulo, que daba a la
calle, del taller. Este recinto quedó solamente
iluminado por la luz que provenía de dos
pequeñas ventanas y por tres fluorescentes
que estaban situados en el techo.
Hace un mes inauguraron la empresa. Tenían
varios clientes y se pusieron en marcha
rápidamente; no se entretuvieron ni en comprobar
el buen funcionamiento de las máquinas:
“la mejor experiencia es el propio trabajo
y, además, empezaremos a recuperar algo
de dinero”, comentó Pedro.
En un principio todo les fue “sobre ruedas”,
tenían bien distribuidas sus tareas y el trabajo
no les faltaba; incluso, para cumplir con las demandas, sacrificaron horas destinadas al mantenimiento de las máquinas.
Pero desde hace una semana todo ha cambiado. Teresa sufrió un accidente
mientras manipulaba la guillotina. Como tenía prisa por terminar un encargo,
decidió anular el dispositivo de protección de tal manera que, mientras
con una mano podía colocar bien las resmas de papel para cortar, con
la otra podía accionar el botón del pisón y la cuchilla. En un momento de
descuido no retiró la mano a tiempo y el pisón le aplastó un dedo. Afortunadamente,
pudo parar la máquina y la guillotina no llegó a bajar.
Al cabo de dos días, Manolo también se accidentó. Estaba terminando el
tiraje de unos calendarios en la máquina de offset y vio que había un defecto
en la impresión. Para averiguar el origen
del problema, se dirigió con prisas hacia el
cuerpo impresor, sin darse cuenta de que
llevaba la bata desabrochada. Como la iluminación
era deficiente, tuvo que acercarse
mucho a la máquina; en ese momento, los
rodillos engancharon un extremo de su bata
y Manolo quedó atrapado. Empezó a gritar
pidiendo ayuda y Pedro, que estaba atendiendo
a un cliente, se precipitó hacia el
taller. Rápidamente, accionó la parada de
emergencia de la máquina y, en pocos segundos
pudo rescatar a Manolo que quedó
todo magullado y con un susto de muerte.
Ahora, los tres compañeros se lamentan de
no haberse planteado desde un comienzo el
trabajo siguiendo los principios básicos de
la seguridad. A pesar de ello, no desisten y
han empezado a cambiar todo lo necesario.
Solución:
Actividades obligatorias
Fecha de entrega: 27/10/2024.
Fecha de publicación de calificaciones: 30/10/2024.
Actividades de recuperación y de ampliación